quinta-feira, 8 de dezembro de 2011

AVÉ MARIA PURÍSSIMA

A TODAS LAS HERMANAS

DE LA CONFEDERACION
SANTA BEATRIZ DE SILVA


Queridas Hermanas.
Me acerco por primera vez a vosotras, como Coordinadora de la Confederación en este marco del Adviento y nuestra Madre Inmaculada. Y lo hago con cierto “temor y temblor” por este servicio que se me ha confiado. Pero también con mi confianza puesta en el Señor y en vosotras que me ayudaréis con vuestra oración y colaboración.
Somos una familia que ha ido creciendo en estos años donde, juntas, hemos hecho un camino y hemos compartido formación, celebraciones etc. y esto ha hecho que nos conozcamos y nos queramos como hermanas, compartiendo un precioso Carisma en la Iglesia. Todo ello es motivo para sentirme apoyada y arropada por todas vosotras, especialmente por las que he podido conocer personalmente y relacionarme más de cerca. Y quiero dar mi agradecimiento especial, en nombre de toda la Confederación, a nuestra Hermana Maria de la Cruz Alonso, por su entrega incondicional a la Orden y por su interés por la formación en la que todas hemos salido enriquecidas.
Creo, sin duda, que este servicio lo tenemos que hacer entre todas, pues somos miembros de un mismo Cuerpo y compartimos una misma espiritualidad. Y es esto es lo que sin cesar nos está pidiendo la Iglesia, vivir y trabajar en COMUNIÓN; y es lo que el mundo necesita ver en nosotras: nuestra comunión.
Comenzamos el Tiempo fuerte de Adviento, tiempo de espera y esperanza, tiempo para una mirada contemplativa honda, acogedora, como lo hizo María, quien nos enseña a mirar y a esperar… pero sobre todo nos enseña a acoger la Vida para hacerla presente en nuestro hoy, y nos dice cómo tiene que ser nuestro “mirar”, a la manera de Dios: amándolo, compadeciéndose, involucrándose… María nos lleva de la mano y nos conduce a vivir sus actitudes, su confianza, su fiat siempre renovado en cada una de nosotras, porque eso tiene que ser una concepcionista, una prolongación del Sí de María, una presencia del Dios de la Vida, y aprender de ella lo que nos dicen nuestras Constituciones: “En existencia humilde y en actitud permanente de fe, María responde al amor infinito de Dios con su Fiat”. (CC GG. 10).
La Solemnidad de la Inmaculada Concepción nos lleva a contemplar de nuevo a María como nos la presenta la Regla nº 6: “Hecha tálamo celeste y singular del Rey Eterno”. María Inmaculada, la Tota Pulchra, espejo radiante donde nos miramos cada una, para ser cada vez más esa imagen y ese proyecto que Dios ha soñado para nosotras.
Adviento e Inmaculada, están muy unidos, y desde aquí se nos invita a nacer de nuevo, a vivir una nueva esperanza…”Brotará un renuevo y de su raíz florecerá un vástago” (Is 11,1). María nos trae a Jesús, el Salvador y con Él se iluminan todas las sombras y se llena de sentido y de gozo nuestra vida.
Queridas hermanas, vivamos este momento nuestro de la historia, como hora de gracia, sintiéndonos pertenencia unas de otras como Iglesia, como Orden, y con una misión concreta recibida del Señor. Recordamos las palabras que nos dijo en Toledo el Ministro General: “Vuestra contemplación es misión, vuestra existencia vivida en amor, fidelidad y alegría será misionera” (II Congreso internacional, mayo2011).
Que nuestra Santa Madre Beatriz nos ayude a vivir desde este espíritu y compromiso, y nos enseñe a acoger el don recibido como ella lo supo acoger y hacer fructificar.
Feliz día de la Inmaculada para todas y una felicitación a las que lleváis los bonitos nombres de Inmaculada, Concepción, Purísima…
Un abrazo grande y fraterno para todas y la súplica de una oración por esta hermana vuestra. Sé que cuento con ella. Por tanto ¡GRACIAS DE CORAZÓN!
Madre Maria Celina Arranz oic
Coordinadora de la Confederación Sta. Beatriz de Silva
Peñaranda de Duero, 25 de noviembre de 2011

Sem comentários: